EL MELGAREJISMO EN LA MINERIA
Cráneo de M. Melgarejo, expresidente de Bolivia |
Para comprender esto:
La concesión o derecho
minero se sitúa en el subsuelo y es diferente de los derechos sobre la
superficie como ser la propiedad de la tierra o de los recursos naturales situados
encima, pero en los hechos el concesionario goza de las llamadas “servidumbres”
que amplían su derecho a la superficie de su concesión, a predios vecinos y a
otros mucho más allá y también a otros recursos naturales como agua, madera,
etc.
El Proyecto de Ley de
Minería se refiere a los derechos de los mineros como “pre-constituidos” y/o “adquiridos”,
lo que equivaldría a decir que los derechos superficiarios de los concesionarios
mineros son más antiguos que los que se han reconocido a los indígenas,
derechos que ya fueron puestos en la Constitución de 1994.
El Proyecto de Ley de
Minería especifica que los derechos de los concesionarios valen sobre “áreas superficiales
de cualquier dominio o naturaleza”, obtenidos “bajo cualquier título legal”. Esto
quiere decir que no importa si fueron obtenidos a través de un régimen que ahora
conocemos como neoliberal o republicano o colonialista o imperialista, etc,
etc… eso no importa. Esto es como si se reconociera a los antiguos patrones de
las haciendas los derechos que obtuvieron sobre las tierras de las comunidades,
gracias a la legislación melgarejista (“bajo cualquier título legal”) antes de
la reforma agraria o peor aún como si se reconociera derechos mineros obtenidos antes de la fundación de la República.
Pero el problema no es
solo de los indígenas porque los términos “derechos pre-constituidos” y “derechos
adquiridos” de los concesionarios mineros se están aplicando a cualquier
espacio o recurso natural (agua, madera, etc…). Si vemos el mapa de las
concesiones mineras en el país, comprenderemos que realmente estamos ante un
problema nacional y que nadie –sea o no sea indígena- tiene más derecho que
ellos. Por eso es que este proyecto de ley pareciera haber sido hecho por una
fuerza de ocupación extranjera para apoderarse de todo y exportarlo en sociedad
con las transnacionales.
Por Pablo Villegas N