Ojeando la legislación boliviana había algo que me llamaba
la atención, hasta que finalmente me puse a contar y encontré una muestra de
cuánto trabajan por nosotros los parlamentarios, y lo malditamente útiles que
son las dietas que les pagamos por el bien del país y el futuro de las -también
futuras- generaciones. Por Pablo Villegas N. 1/10/2020
Especialmente después del 2000, hay una buena cantidad de leyes que declaran a alguna localidad del país como capital de algo. He contado 23 declaratorias de capital y seguramente hay más.
Capital del ajo, de la t´ola, de alguna comida, o de toda la comida, del deporte, de las flores, del arroz, del qauchi, del café, de la viña, del vino, del cacao, de la papa, de algún instrumento musical, del folklore, etc
No es chiste.
No es porque estas leyes seguramente costaron mucho esfuerzo, negociaciones, reuniones, cuotas, burocracia, viajes, llamadas, oficios, cartas y aceiteadas.
¡Tanto capitalismo!
¿Y pa qué?
¿Será que la ganancia compensó el pasaje?
¿Será que todas estas capitales se convirtieron en algo, que desarrollaron, que recibieron un apoyo importante y sistemático del estado? No ni eso, ni los comemos, porque ajo, uva, etc,..todo viene cada vez más importado, y cuando importemos el aire, seguramente seremos la capital del aire.
También hay otra cantidad de leyes declaratorias de “el día de..:” …algo que celebrar, pero otro asunto realmente interesante son las que declaran de prioridad nacional el desarrollo de alguna localidad, como de Cobija, el 2005.
¿Desarrolló Cobija?
¡Uff perdón la pregunta!
Otra ley del 2006 (Nº 3410) declara de prioridad y utilidad nacional la mecanización del Agro en el Departamento de Chuquisaca.
¡!Muy Bien!!
Bravooo!!
Por fiiin!! Pero, …
¿Sólo Chuquisaca? Pero…
¿Ya mecanizaron? Puedo preguntar porque ya pasaron 14 años ¿no?
Otra ley del 2006 (Nº 3497) declara de prioridad regional, la búsqueda de proyectos de crianza y comercialización de camélidos en una provincia de Potosí.
A ver, a ver, un rato…
¿Una ley para buscar proyectos?
En fin, ya me imagino a los tramitadores de estas leyes volviendo a sus localidades, con el orgullo del deber cumplido, la frente en alto (porque está en lo más alto), con la ley promulgada, recibidos como héroes por unos y con rumores y chismes por sus rivales. Y me imagino allá lejos, en el parlamento, a los parlamentarios riéndose de los tramitadores y jactándose de lo bien que manejan sus bases.
Esto me recuerda al DS del 2011 que establecía el día de la reivindicación marítima y bla bla…., cosa que el 2017 evolucionó a ley de otro bla bla marítimo. Me imagino cómo se estaban riendo de nosotros, y seguirán riendo porque los mismos siguen en el cargo, ahora a cargo de regalar Silala.