Estos días han abundado en los medios de comunicación los estrategas electorales buscando convencer a Camacho de:
a) que no va a ganar las elecciones, y
b) que es un burro.
Si vemos las encuestas, es obvio que no va a ganar. Pero lo que no es tan obvio -y debía serlo- es que Mesa no va a ganar sin Camacho; burro es el que no lo entienda.
Por Pablo Villegas N
.En otras palabras. Camacho está adquiriendo el poder de decidir si “el único que puede ganarle al MAS” gana las elecciones.
Vaya resultado de una estrategia.
Si todos los dardos que se han empleado contra Camacho y otras fuerzas de la ex posición hubieran ido contra el MAS, tal vez la situación sería diferente.
Si quieren ganarle al MAS tienen que pactar, pero no se gana aliados a punta de insultos; y sin garantizar que el hecho de negociar sea atractivo y dignificante para la contraparte.
En fin, si Camacho es tan malo como dicen, los “angelitos” que lo dicen deberían temer que lo que él tiene para vender, va a costar más caro mientras más tarde lo compren y más lo necesiten o peor, que se lo venda al rival, al MAS, y no estoy diciendo que los otros no sean capaces de hacer algo así también, pero nadie los está empujando, a Camacho sí.
¿Realmente quieren ganarle al MAS o sólo a Camacho?