¿A quién representan esos que llamamos “nuestros
representantes” en el parlamento; por ejemplo cuando se trata de fiscalizar e
imponer la ley al gobierno por algo que ha cometido? ¿Representan al pueblo o
representan a su partido?
Presentación de Pablo Villegas N. (CEDIB)
XVIII Cátedra Libre Marcelo Quiroga Santa Cruz:
“Cómo Salir de la Dependencia y el Extractivismo”
26/8/2015. UMSA, La Paz, Bolivia
A doce años de la agenda de octubre
Dos de los tres objetivos
de la Agenda de Octubre fueron la nacionalización y la industrialización; la
una iba atada a la otra. Pero lo que pasó en este tiempo es que el país se hundió
a mayor profundidad en la dependencia de la exportación de materias primas (Figura 1).
Figura 1 Participación de los productos
primarios en las exportaciones, en % por país
Este modelo económico cayó
ante lo que se podía esperar: el derrumbe de los precios de las materias primas
y la consecuente crisis económica que hace coincidir la historia económica
boliviana con los precios de los minerales como podemos ejemplarizar en la Figura
2.
Figura 2. Indice del precio de los minerales.
Periodo, 2005-2015
Índice de precios de minerales (2005 = 100).
Incluye cobre, aluminio, mineral de hierro,
estaño, níquel, zinc, plomo y uranio. Fuente: en
base a datos del Banco Mundial.
|
El gobierno niega que
dependamos de la exportación de materias primas y que la crisis nos esté
afectando seriamente. ¿En qué se basa? En el PIB. El Banco Mundial declaró que Bolivia se encuentra entre los
países que más crecimiento del PIB tienen en el Latinoamérica donde se incluyen
Panamá y República Dominicana, cosa que para el Banco y Bolivia es definitivamente
muy importante. Pero observando los datos que no muestran estas declaraciones vemos
un tipo de crecimiento muy raro porque los que más crecen son los más pobres. Veamos
la realidad por país:
El crecimiento de Panamá
de 0,6% el 2001, subió al 12,1% el 2007 y cayó a 4% el 2009. El de Rep.
Dominicana de -3% el 2003 sube a 10,7% el 2006 y cae a 0,9% el 2009. El de
Bolivia de 5,3% en 1991 cae a 1,6 al año siguiente; de 5 en 1998 cae a 0,4 en
1999; sube a 2,3 el 2003 y a pesar de eso el Gobierno de Goni se muere de
hambre (no tenía ni para sueldos) y cae. La curva del PIB boliviano refleja las
variaciones de los precios de las materias primas, especialmente minerales. Oscilaciones
de semejante magnitud son propias de los países pobres. Otros ejemplos:
Tabla 1. Oscilaciones del crecimiento
del PIB, países seleccionados
Fuente: en base a datos del Banco Mundial. |
Lo que vemos es que el PIB
no es un indicador confiable del desarrollo ni la salud económica de un país. ¿Pero
cómo es que crece si la situación está mal? Por ejemplo, si el país se presta
dos mil millones de dólares, es deuda que no se anota en el PIB, pero sí lo que
se gasta, no importa en qué; con eso crece el PIB. Si exportamos el gas hasta
morir, crece el PIB, pero la resultante reducción de reservas, como es el caso
actual, no se toma en cuenta. Que los servicios de salud son un desastre, no
entra al PIB, pero sí lo que gastan los enfermos de cáncer en su tratamiento.
Eso es “demanda interna” y con eso explica el gobierno el crecimiento y sostiene
que ya no dependemos de las mencionadas exportaciones. Lo que pasa es que esta
demanda interna genera impuestos que recauda el gobierno y, frente a estos las
recaudaciones por IDH y regalías son sólo el 29% del total. (Figura 3)
Figura 3. Composición de los ingresos del
estado por impuestos y regalías
Fuente: En base al Análisis del Presupuesto General del Estado 2014. Fundación Jubileo |
¿Entonces en qué quedó el
modelo económico del gobierno? Más allá de los nombres lo decisivo es la participación
económica del estado en la producción por sector: en minería aproximadamente
6%, en hidrocarburos 15% y en agropecuaria cero. Es decir que seguimos con un
estado rentista pero los impuestos nos muestran que en cinco siglos hemos
pasado de vivir de las materias primas a vivir para las materias primas porque
ahora la mayor parte de los ingresos del estado son de nuestro bolsillo. En eso
quedó la llamada “nacionalización”.
¿Y qué fue de la industrialización?
Aclaremos primero que industrialización
no es perforar pozos, instalar separadoras de gas, ingenios, hornos de
fundición, ni ensamblar baterías de litio, ni computadoras. Tampoco es “valor agregado”,
-término usado por el gobierno como sinónimo de “industrialización-, porque se
agrega valor en cualquier tipo de actividad económica desde la extracción de materia
prima hasta la fabricación de por ejemplo microconductores.
No solo que no hubo
industrialización sino que los proyectos del gobierno son un fiasco, como el
caso del horno de Vinto, el ingenio de Huanuni y la fundición de Karachipampa
ejemplos claros de una falta grave, la falta de capacidad institucional, sin la
cual no se puede hacer nada aunque haya dinero. Es tan grave que se trata de un
proceso de desinstitucionalización, las instituciones ha sido reemplazadas por
el nombre del presidente, desde la economía hasta la salud.
Bien en este contexto se
da la movilización de los potosinos que algunos criticaron porque sus demandas
no buscaban una solución al modelo extractivista vigente. Es cierto, pero sus
demandas reflejaban necesidades básicas de salud por ejemplo y de industrias
básicas (fábrica de cemento, etc…). Entonces, que el gran Potosí que otra vez se
convirtió en el gran exportador de plata, siglos después de la colonia haga una
heroica movilización no para pedir los objetivos máximos sino por lo menos lo
básico, y siendo reprimido brutalmente e insultado una y otra vez por el
gobierno, refleja la tragedia encubierta por propaganda que todos, no sólo
Potosí, estamos viviendo.
Ahora la
industrialización está más lejos que nunca porque el gobierno tendrá que
destinar fondos aunque lo niegue a la solución de los efectos de la crisis no a
industrializar. Las medidas oficialistas para enfrentar la crisis son las
siguientes[1]:
1. Exportación
de productos hidrocarburíferos a países aledaños, (Perú, Paraguay, Uruguay,
Argentina y Brasil);
2. Valor
agregado al gas. Planta Separadora de Líquidos de Gran Chaco; Planta de Urea y
Amoniaco (2016 último semestre); Planta
de Polietileno y Polipropileno (licitación) inversión de “al menos” 1.800
millones de dólares;
3. Incentivos
con "mejores ingresos" a la exploración hidrocarburífera estatal y
privada;
4. Producción de
energía eléctrica (hidroeléctricas, energía geotérmica, eólica y
termoeléctricas). Bolivia Centro energético de la región con 4.200 megavatios
de potencia.
El punto uno es lo que
venimos haciendo hace tiempo y ahora nos prometen solo un incremento. El 2, ya
dijimos que no se trata de industrialización y el planteamiento es tan poco
serio que nos hablan con una falta de precisión como eso de “al menos” 1.800
millones. Los incentivos a las empresas
(punto 3). ¿Por qué tenemos que darles incentivos? Porque los contratos que se
firmaron con la “nacionalización” no les obliga a explorar. Se les entregó
campos en declinación, pero por 30 años. Quiere decir que el pozo podía secarse
en 5 años y la empresa se quedaba en posesión del campo por 25 años más y no
hay forma de obligarle a explorar. Por eso hay que ganarse su corazón con
incentivos. Esto quiere decir que se nacionalizó para que la actividad, el
negocio, de los hidrocarburos siguiera en manos de las transnacionales, para
que sigamos dependientes de su producción en vez de desarrollar la nuestra, y
para que a partir de esa su posición fuerte las empresas nos chantajeen y nos
obliguen a darles incentivos. El estado depende de los hidrocarburos producidos
por las empresas y lo más absurdo es que es el propio estado el que invierte
para que esto sea así.
Esto deja en claro que la
nacionalización no es solo la recuperación de la propiedad, sino que el rubro
económico en cuestión solo puede ser desempeñado por el estado a través de su propia
empresa. ¿Por qué? Porque el objetivo es la soberanía, la independencia pero lo
que estamos viendo es una sumisión del peor tipo porque la estamos sosteniendo
con nuestro propio dinero.
Continuando con el punto
4º. El gobierno habla de “Bolivia, corazón energético de Sudamérica”. Esto implica
reservas de hidrocarburos y otras formas de energía. El primer año del MAS en
el gobierno tuvimos una desaparición de más de 14 TCF de gas; el equivalente a
26 años de exportación al ritmo de
entonces. Nunca se hizo una auditoria seria ni nada parecido. El gobierno
atribuyó el hecho a los cuculis (neoliberalismo etc), y las exportaciones se
incrementaron hasta duplicarse. Ahora no tenemos reservas para afrontar el
consumo interno y la renovación de los contratos con Brasil y Argentina. Esto
se llama ausencia de una política de reservas, y es el peor error o irresponsabilidad
que se puede cometer en materia de hidrocarburos.
Según el gobierno tenemos
11 TCF de reservas. Las reservas llamadas probadas se evalúan al precio del
petróleo en ese momento. Quiere decir que las reservas existentes cuando el
petróleo está a $us 100 disminuyen cuando cae a 40. Quiere decir que el
petróleo cuyos costos de extracción lo situaban por encima de los $us 40
desaparece y a medida que los precios suben vuelve a aparecer. ¿A qué costo
calcularon las reservas de los 11 TCF de gas, a $us 8-9? Si es así, está claro
que no tenemos 11 TCF. Refuerzan nuestras dudas el que nos muestren
descubrimientos recientemente hechos en campos ya descubiertos hace décadas.
En cuanto a otras formas
de energía, tenemos la solar con un proyecto en Pando, que concluido dará 5 Mw y
que se pretende será para exportación. Comparemos esto con el Reino Unido que el
año 2011 tenía 6.540 Mw y nos ahorramos comentarios.
En general hay una
lamentable falta de seriedad. El total de energía eléctrica que espera instalar
el gobierno es 4.200 Mw de potencia. (Sólo el Norte Grande de Chile cuenta con
4.344,32 Mw). Se bajaron las expectativas de 6.903 proyectados el 2011 a 4.200 Mw. (2.703
menos) ¿Cómo es eso? ¿O es que solo están disimulando que no saben qué hacer?
Recién dijeron que la energía de miguillas (200 Mw) iba a ser para exportar. No
sería mejor llevar esa energía a Huanuni, a Oruro?
El ejemplo más bárbaro es
el proyecto de la hidroeléctrica del Bala. Si exportamos a Brasil, lo racional
será que nos pague lo que la energía cuesta en su mercado. Pero si nuestros costos
de producción son mayores tendremos que rogar para que nos compren lo que hará
que nos impongan el precio que quieran. Y para hacer este regalito habremos
destruido otro recurso, el turismo cuyo referente es Rurrenabaque -que yo creo
que destruirán físicamente- para producir un desastre económico. Y se destruirá
además un recurso cuyo valor es incalculable, la biodiversidad de esa región.
¿Pero qué valor puede
tener la biodiversidad? ¿No es eso sólo un discurso de los terroristas
ambientales? El retraso científico de nuestro país nos ha llevado a creer que
las áreas protegidas son sólo reservas de madera, hidrocarburos y minerales y
algo de turismo.
Aquí va un ejemplo del
valor que puede encerrar la biodiversidad: Alrededor de 7.000 de las medicinas
más usadas en el mundo provienen de conocimientos botánicos y farmacéuticos de
los pueblos indígenas. (Betancourt Posada, 2006, en Villegas, 2009) y la
industria farmacéutica es uno de los negocios más grandes del mundo.
¿Por qué podría ser nuestra
energía más cara? Por una simple razón, porque Brasil ya tienen energía
hidroeléctrica en su propio territorio con Jirau y Santo Antonio que se hallan
demasiado lejos de los mercados brasileros. Eso ya es un problema económico. Y
las represas bolivianas aunque produjeran energía al mismo costo que Brasil,
tendrán que sumar al costo final el del traslado hasta el mercado. En estas
condiciones tendremos que enfrentar la tarea de salir del extractivismo.
La situación actual no es
la misma que hace nueve años cuando a nivel internacional había grandes
posibilidades de apoyo financiero, tecnológico y científico; precios altos de
las materias primas y la solidaridad de los movimientos sociales en el
exterior. Pero ahora, estamos ante grandes cambios en la economía mundial que
hacen la situación más compleja de lo que era para países como el nuestro En lo
nacional teníamos el entusiasmo y unidad de los movimientos sociales y de
profesionales (Ej, ingenieros petroleros de CODEPANAL); la derecha y las
transnacionales estaban a la defensiva; las transnacionales de hidrocarburos no
tenían contratos, el régimen democrático tenía posibilidades de fortalecerse.
Ahora en cambio los antiguos
aliados (Rusia, Venezuela, Brasil, etc…) están con problemas económicos serios;
los gobiernos progresistas y en general latinoamericanos están hundidos en
corrupción y problemas económicos. Los precios de las materias primas se
cayeron y nuestra economía está entrando en crisis; los movimientos sociales están
divididos y cooptados; crece el retraso de la ciencia y la tecnología; estamos en un grave proceso
de desinstitucionalización del estado; el régimen democrático agoniza; la
derecha y las transnacionales controlan el gobierno; las transnacionales de
hidrocarburos tienen contratos, adquirieron seguridad jurídica. Todo esto hace
necesario una nueva caracterización y un replanteamiento estratégico.
Como no se tomó en serio
la industrialización quedaron pendientes de respuestas y soluciones muchos
problemas sobe la industrialización como por ejemplo que:
El reducido mercado
interno para productos manufacturados nos impone la dependencia de la
exportación; problemas tecnológicos, por ej, que las unidades mínimas de
industrialización deben ser adaptadas a
nuestra realidad y problemas socioeconómicos, por ejemplo la nueva tecnología
no genera gran empleo. Sabemos que es necesario alcanzar la soberanía
alimentaria pero en el sector agropecuario, han cambiado las bases sociales, la
población se ha urbanizado.
Aparte de esto es necesario
reconstituir la institucionalidad que ha sido destrozada en estos nueve años, replantear
el régimen de empresas estatales para protegerlas de la injerencia de los
gobiernos de turno (nivel de autarquía) y establecer el régimen corporativo
adecuado (Por ej, empresas integradas, monopolio vertical); establecer un
régimen de relaciones entre las empresas estatales y las privadas que impida la
corrupción de los funcionarios públicos, replantear el régimen de las
transnacionales porque gozan de más derechos que cualquier ciudadano o entidad
nacional, definir el tipo de industrialización que requerimos y su contenido (Qué
pienso debe ser una industrialización estratégica para soportar un bloqueo
económico y garantizar la soberanía de la política económica), el objetivo central
de la industrialización (Desarrollo de la industria pesada y sustitución
importaciones estratégicas (incluyendo objetos de consumo no durables), la
forma de desarrollar la ciencia y tecnología; de refundar las instituciones de
investigación estatal; replantear la red de transporte e infraestructura de
acuerdo a necesidades internas y, la mayor tarea, elaborar un plan de largo
plazo, de alcance nacional y de carácter integral.
Para comprender mejor lo integral,
pongamos el ejemplo de Sumitomo, la empresa de San Cristóbal. ¿En qué basa su
poder? En que aparte de extraer minerales es entre otras cosas un gigante de la
química y la petroquímica y de la producción de motorizados a nivel mundial. Sumitomo
es un imperio económico. Está claro que con autonomías para administrar
regalías e impuestos o con proyectos económicos aislados no nos vamos a liberar
de este tipo de imperios.
En los últimos nueve
años, en vez de dar respuestas a las cuestiones antes mencionadas lo que se ha
hecho son proyectos traídos de los pelos sin una visión integral ni a largo
plazo. Abundan ejemplos. El primer proyecto de industrialización del gas iba a
ser en Ayo ayo. Después simplemente lo olvidaron, luego vino el de Bulobulo. Lo
arrancaron de un plan integral y deformaron sin relación con los mercados. En
el caso del Bala, primero lanzan el proyecto y después ordenan a los
funcionarios que busquen mercados. Y así, de repente se les ocurre exportar
energía eléctrica y mañana quien sabe qué se les ocurrirá.
El problema de fondo es el régimen político
Bien, entre los muchos
problemas que hay que enfrentar para hacer la industrialización hay uno de
fondo, de carácter estratégico y que es una mancha en nuestra historia; fuimos
los primeros en nacionalizar pero una y otra vez terminamos con nuestras
nacionalizaciones revertidas porque no se cambió el viejo sistema que dominaba
el país. En síntesis, el resultado es que:
· Las empresas
estatales terminan utilizadas por el sector privado, por las transnacionales;
· Las leyes por
más estrictas que parezcan para protegerlas no se cumplen o se modifican;
· Los
funcionarios terminan corrompiéndose y vendiéndose a las transnacionales;
· Los planes y
programas no se hacen y/o no se aplican;
· La capacidad
técnica y científica es desplazada por la politiquería;
· Los políticos
imponen a las empresas su visión proselitista/electoralista de la economía.
La democracia actual no
es el poder del pueblo sino del que tiene dinero, como ejemplo tenemos un
problema concreto donde vemos que la democracia no es del pueblo sino del
adinerado, es el hecho de que las transnacionales ejercen una influencia que no
tiene ninguna otra entidad nacional porque:
· Tienen trato
directo con el gobierno y para ello gozan además de respaldo diplomático;
· Tienen el
respaldo de Tratados Bilaterales de Protección de Inversiones;
· Son miembros
de sindicatos nacionales como si fueran empresas nacionales y desde allí hacen
política;
· Pueden poseer
medios de comunicación y/o hacer publicidad de tipo político.
El justificativo de
semejantes prerrogativas es que estas empresas traen capitales. En razón de
ello se imponen contra la voluntad del pueblo. Los resultados son bien
conocidos.
Como vemos el problema es
político. Basta que llegue al poder un presidente contrario a las empresas
nacionalizadas o que se rinda ante las presiones del exterior para que impongan
programas contrarios a nuestros intereses, para que se reviertan las
nac ionalizaciones. Si nos preguntamos cómo es que puede hacerlo nos ponemos
ante una cuestión elemental de la democracia, la de la representatividad; el
presidente puede hacerlo porque el pueblo se queda sin representantes que
defiendan sus intereses. ¿A quién representan esos que llamamos “nuestros
representantes” en el parlamento; por ejemplo cuando se trata de fiscalizar e
imponer la ley al gobierno por algo que ha cometido? ¿Representan al pueblo o
representan a su partido? Para colmo se hicieron normas para que los
representantes queden aún más atados a su partido pero no al electorado. Hay
una bancada indígena, pero sus curules
no son de los indígenas sino de los partidos que los cobijaron.
Puesto que el poder pasa
por los partidos cuando las transnacionales quieren imponer algo al país no
necesitan comprar al pueblo, es más fácil comprarse a los partidos con
representación parlamentaria y/o presencia en el gobierno. Siendo esta la
situación, es natural que las instituciones donde podríamos reclamar no
funcionen porque al final terminan sometidas al partido y a su gran líder. Entonces
cada vez que votamos para elegir caemos en una parodia de democracia.
En el corazón de la democracia
están los representantes y para asegurar su fidelidad al pueblo hay que cambiar
la forma de su elección. No digo que se prohíban los partidos porque al fin de
cuentas son productos naturales de la sociedad, sino que la elección de
representantes se haga por sectores sociales, no por partidos. Esto implica que
cualquiera pueda ser elegido sin necesidad de militar en un partido político, y
por tanto sin depender del dinero de la campaña y otros mecanismos de
corrupción; que su mandato pueda ser revocado por sus electores y que se
eliminen las dietas.
La Asamblea resultante de
este proceso debe encarnar el poder político central del país, diferenciándose
del actual parlamento, lo que implica el fin del sistema presidencialista,
donde el presidente es una especie de monarca que entre sus potestades de facto
tiene la de prometer una cosa en la campaña electoral e impunemente hacer otra
en el gobierno, de utilizar en la práctica las fuerzas de represión a su
antojo, de cooptar a los movimientos sociales, de utilizar fondos públicos para
proselitismo personal o partidario, etc., y al pueblo no le queda otra que esperar la
conclusión de su mandato. En cambio el nuevo carácter de la Asamblea convierte
al gobierno en un organismo ejecutor de los lineamientos generales elaborados
por esta. Si este gobierno se vende puede ser reemplazado por la Asamblea.
De lo que se trata es de
aumentar la influencia del pueblo en la política pero específicamente sobre sus
representantes, de que cada sector social del país tenga una representación
proporcional. Se trata de que su mayor influencia se convierta en el poder
central del país a través de la Asamblea de representantes poniendo fin o cambiando
la naturaleza de los mecanismos que siempre han sido fácilmente corrompidos y
utilizados para mantener un sistema económico tan irracional que ni el
capitalista de derecha más radical defendería si fuera un negocio que tendría
que asumir con su propio dinero.
No hay sistema perfecto sino
mejor.
[1] Bolivia enfrenta baja de precios con diversificación de mercados, valor
agregado, inversión y energía. Agencia Boliviana de Información "ABI“, 19/8/2015