VIOLACIÓN POR GRUPO DE POLICIAS A UNA JOVEN CON PROBLEMAS MENTALES

LA BASURA SIGUE BAJO LA ALFOMBRA 

Complicidades y encubrimientos en el caso de la violación en la UTOP* (Por Suzanne Kruyt)

Pasó más de un mes después de que fue publicada la denuncia de la violación de una joven discapacitada por cinco policías en Cochabamba y los acusados siguen en sus cargos. Una razón principal para justificar que ellos fueron beneficiados con medidas sustitutivas fue que no denunció la víctima, que supuestamente estaba desaparecida. Sin embargo, la joven estaba internada en un hospital psiquiátrico en la misma ciudad, hecho que fue ocultado por la policía durante dos semanas. Las investigaciones avanzan lentamente y dejan muchas preguntas pendientes. (Publicado el 8/9/2014)
Cuando salió la noticia sobre la violación de la joven discapacitada por policías de la UTOP, el ministro de Gobierno, Jorge Pérez, no dudó en expresar su indignación. Además demostró su desacuerdo con que el caso sea tratado internamente en la policía, porque, según él, eso era un delito de violación agravada. Dijo “No tenemos la característica de esconder la basura debajo de la alfombra, la basura hay que botarla y si cometen un hecho delictivo, se tiene que procesar”.

Poco después de estas declaraciones, fueron aprehendidos los cinco policías imputados por violación. El fiscal del caso, Freddy Torrico, indicó que el juicio era complicado porque la víctima no hizo una denuncia y además estaría desaparecida.  El comandante de la policía, el coronel Alberto Suárez,  declaró en los medios que los aparatos de inteligencia la estaban buscando y había sido vista en el Chapare.

Y fue justamente con el argumento de que no puede haber juicio sin víctima, que la juez Jannet Chamo  decidió ordenar la liberación de los cinco acusados el día después de que fueran detenidos.  Los cinco fueron además restituidos a sus cargos y han vuelto a sus labores.

Quien no pudo quedarse con su cargo, fue el comandante de la UTOP en Cochabamba, Jaime Alemán, quien denunció el delito. Fue trasladado a Pando, según el ministro Pérez, para “que se pueda desarrollar una investigación imparcial sobre la violación”.  Llama la atención que hasta ahora es el primero en el caso que fue sancionado como consecuencia de los hechos.

Mientras tanto, no fue el Ministerio Público, sino una ONG llamada Oficina Jurídica para la Mujer la que encontró a la víctima en un hospital psiquiátrico en la misma ciudad de Cochabamba. La directora de la ONG, la abogada Julieta Montaño hizo dos relevaciones muy importantes. Primero, que la policía tenía conocimiento desde el 31 de julio, es decir antes de la liberación de los acusados, que la mujer estaba en esta clínica; y segundo, que la víctima no se llama Minerva, nombre que fue mencionado por los policías en varias ocasiones, y que además, no es trabajadora sexual, ni puede serlo, debido a sus  graves problemas mentales que le impiden tomar decisiones conscientes.

Todo esto, desmiente las declaraciones de los acusados quienes negaron el delito de violación por tratarse de una trabajadora sexual que ofrecía sus servicios.  Declaraciones que fueron sostenidas por la policía y el Servicio de Gestión Social (Sedeges),  quienes deberían haber avisado a la Fiscalía sobre la identidad y el paradero de la víctima.

En este momento siguen en curso las investigaciones sobre la violación, tanto en el ámbito disciplinario como en el ámbito penal.  El padre de la víctima ya presentó la denuncia formal, y declaró que su hija no tenía problemas mentales antes de llegar del campo a Cochabamba hace poco. Recientemente, el fiscal Felipe Almaraz de la Dirección Departamental de Investigación Policial (Didipi)  notificó al comandante Alberto Suarez por presunta omisión de información sobre el paradero de la joven, pero pocos días después fue sorpresivamente sacado del caso y desplazado a Sucre.

Todas estas irregularidades señalan que este caso como muchos otros de violencia sexual en este país - y peor si los agresores son funcionarios públicos-, se dirige hacia la impunidad. Los casos de violencia contra las mujeres ya han alcanzado proporciones trágicas en este país, con una cifra de 60 femicidios en solo seis meses. A pesar de eso la basura sigue en su lugar y hasta ahora no hay escoba que le alcance.

*: Unidad Táctica de Operaciones Policiales