"...el gobierno está forzando una situación cuyas soluciones sólo llevan a su propia caída. La posición del CONADE muestra que las fuerzas en el bando contrario al gobierno están moviéndose en esa dirección." Pablo Villegas, 28-10-19
Un breve repaso de la situación:
El 20 de octubre, 2019, a las 20:10 el Tribunal Supremo Electoral
dejó de divulgar resultados preliminares de las elecciones
nacionales realizadas el mismo día. Alrededor de las 21 hrs Evo
Morales se apresuró a declararse ganador en primera vuelta y el
Tribunal Electoral reinició el conteo 23 horas después para
cumplir esa orden.
Sin embargo el mismo 20, la 2da vuelta ya había comenzado a ganar
reconocimiento nacional e internacional, más aún, después de la
publicación de las observaciones de la OEA sobre las irregularidades en
el proceso. El gobierno por su parte no hacía más que encharcarse en
su posición rechazando tal salida.
Esto llevó a un hecho importante: la unión formal de los
principales candidatos de la oposición, los comités cívicos y
CONADE en un solo organismo, la Coordinadora de Defensa de la
Democracia (CDD) que demandaba la 2da vuelta.
Pero a la velocidad que evoluciona la situación, el 27 de octubre el
CONADE, -miembro de la CDD- lanzó una nueva posición demandando la
anulación de las elecciones y rechazando la 2da vuelta. El pedido se
justificó porque una 2da vuelta reconocería la conformación
del nuevo parlamento nacido de las elecciones fraudulentas. A tiempo
de rechazar la 2da vuelta, el CONADE exigió también la conformación
de un tribunal electoral imparcial.
Completamos el cuadro con dos elementos más. El primero es que a
estas alturas ya se ha posicionado con mucha fuerza el sector
integrado principalmente por los comités cívicos de Chuquisaca,
Potosí, Tarija y Cochabamba que exigen la caída del gobierno. Con esto tenemos el otro extremo de las posiciones en la oposición. El
segundo elemento es la desobediencia de la policía a las órdenes de
reprimir las movilizaciones en Chuquisaca, Potosí y Tarija.
El gobierno perdió su oportunidad.
Para comprender la trascendencia de la posición del CONADE veamos la
importancia de la 2da vuelta.
Si el gobierno la hubiera aceptado, habría desinflado la
movilización en las calles y la evaluación de la OEA habría
quedado en el olvido. El gobierno habría ganado así cartel
internacional y tiempo. En este escenario, la oposición se habría
lanzado a la preparación de la 2da vuelta y el gobierno a lo suyo.
Además de eso, ya existía la maquinaria institucional para la 2da
vuelta. En vez de ir por este camino, el gobierno pidió la
auditoría, una operación con problemas de carácter práctico,
como el cronograma apretado en el marco del poco tiempo que le queda
de gestión. Además, el gobierno no aceptó que los resultados de la
auditoría de la OEA fueran de carácter vinculante, de modo que se
cerró a sí mismo esa salida.
Las salidas que deja el gobierno a la crisis llevan a su caída
En este contexto se da la demanda del CONADE. En cuanto a sus
características: la primera es que excluye la 2da vuelta. La segunda
es que las nuevas elecciones, si se dieran, aún permitiéndose la
participación del binomio oficialista, dejarían al MAS peor parado
de lo que está.
Además esta propuesta podría chocar con el escaso tiempo que
legalmente le queda al actual gobierno en el poder; y sería
innegociable un alargamiento de su periodo para que se ejecuten, alargue que de requerirse nos pondría ante la
necesidad de un gobierno provisional.
Que estemos ante esta última
posibilidad es una muestra de la gravedad de la crisis; es una
muestra también de que el gobierno está forzando una situación
cuyas soluciones sólo llevan a su propia caída; y, la posición del
CONADE muestra que las fuerzas en el bando contrario al gobierno
están moviéndose en esa dirección.
En cuanto a las fuerzas del orden, las tomamos desde el punto de
vista de lo que a todos preocupa; el costo humano de la salida de
esta crisis podría ser alto a no ser que se extienda la
desobediencia entre estas fuerzas y que aparte de comprender que
están siendo llevadas a masacrar a la población también comprendan
que están ante el riesgo de un enfrentamiento entre fuerzas como sucedió en
“febrero negro” o, algo peor, como en la revolución del 52 que
llevó a la destrucción total del ejército.