SIMPLE: VOTAR SIN LIBERTAD YA NO ES DEMOCRACIA

Pablo Villegas N. (17-09-15)
La historia de las luchas por el derecho a voto es en gran parte, es en lo esencial, una lucha por el proceso correcto porque es ahí donde el electorado debe informarse de todas las alternativas, y todas las alternativas deben poder llegar al electorado para que el electorado tome una posición informada, consciente e independiente. Si el proceso no permite eso no puede decirse que el voto del electorado en las urnas es democracia. Nuestra historia es clara al respecto.



El 16 de diciembre de 1977, el dictador Banzer proclamó en Santa Cruz a Pereda Azbún como su propio candidato. Las elecciones se realizaron el 9 de julio de 1978 y, de acuerdo al Informe de la Comisión Internacional de Observadores y de la Asamblea Popular de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB)[i], dichas elecciones fueron diseñadas, dirigidas y ejecutadas exclusivamente por una (solo una) de las partes interesadas, -la dictadura-, la cual sometió la ley, las normas, la Corte Nacional Electoral y todo el proceso electoral a sus propios intereses; empleando instituciones y dineros del Estado para su campaña; dificultando de muchas formas la participación de sus rivales en el proceso; impidiendo la igualdad en el acceso de los opositores a los medios de comunicación y cerrando los medios que no pudo someter. El resultado es que debido a todos estos factores los opositores no pudieron organizarse debidamente para hacer frente al proceso electoral.

Las elecciones del 78 demostraron que un proceso electoral que no garantiza los derechos de los electores, ni la participación libre de todas las posiciones políticas incluyendo las opositoras, ni la imparcialidad ni la limpieza, ni la transparencia del proceso electoral no es otra cosa que el ejercicio del poder de la dictadura sobre la población.

Después de la caída de la dictadura, los procesos electorales en Bolivia, el proceso democrático fue rescatado varias veces de las manos de nuevos dictadores por movilizaciones populares con un gran sacrificio de vidas humanas. Pero, después volvimos a caer ante un hecho que nos hacía retroceder a la época del banzerismo, el Referéndum separatista del 4 de mayo del año 2008, porque constituía un proceso ejecutado en todas sus fases por solo una de las partes interesadas, los separatistas de entonces, que había tomado para sí el rol de juez y parte en el proceso sometiendo a la Corte Departamental de Santa Cruz, desconociendo a la Corte Nacional y las leyes.

La Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) acusó al entonces Comité Cívico pro Santa Cruz de patrocinar atentados contra el Estado de derecho y la gobernabilidad democrática en Bolivia; entre ellos mencionaba: múltiples ataques a quienes eran indígenas[ii] o apoyaban al gobierno; racismo; el control total de los funcionarios públicos departamentales incluso los electos y también el control de los principales medios de comunicación

Naturalmente, con los medios de comunicación prácticamente comprados por los patrocinadores del Referéndum las posibilidades del electorado de acceder a una información alternativa eran casi nulas, por lo cual, la gran mayoría fue a votar por el Estatuto sin conocerlo y el resultado no era democrático, por más limpio que fuera el conteo de votos.

La historia que acabamos de recordar habla por sí misma sobre la situación actual. El hecho de que el NO o el SI tengan que inscribirse ante la autoridad electoral es una muestra clara de que la opinión política solo está permitida si es admitida por el estado. Anteriormente, la inscripción estaba reservada a los partidos políticos que querían disputar los votos, pero no a quienes querían simplemente hacer campaña o manifestar de cualquier forma su opinión pretendiendo atraer simpatías, sean estos partidos, organizaciones de cualquier tipo o personas. 

El objetivo de estas nuevas normas queda en claro con el comunicado de agosto del ministerio de trabajo[iii] cuando reacciona ante la colecta popular de fondos a favor de ERBOL declarando a la opinión pública que “…están vigentes en el país normas para el control del lavado de dinero, financiamiento del terrorismo y otros delitos financieros. Es importante destacar estas normas cuando hay medios de comunicación que abren cuentas bancarias para supuestamente recibir apoyo de la población. Sin embargo, éstos pueden ser canales de lavado de dinero. Además, estas recaudaciones tienen la finalidad de mantener la confrontación con el Gobierno de Evo Morales, en una abierta acción política de oposición.”

Este comunicado es por una parte una confesión, pues deja en claro que ha sido conculcado el derecho democrático de oposición política al gobierno, (A no ser que se inscriba y sea aprobada por la autoridad correspondiente, lo que es posible sólo para los actos electorales organizados por el gobierno). Por otra parte, es una amenaza a las organizadoras de la colecta con aplicarles la legislación antiterrorista. Esta legislación fue implementada por las presiones de los EE.UU. después de los atentados del 11 de septiembre atribuidos a al-qaeda y fue adoptada de muy buena gana por gobiernos latinoamericanos de todos los colores por el poder extremo que les confiere sobre la sociedad, las instituciones y específicamente sobre aquellos cuyas acciones o pensamiento les disgusten.[iv] 

En fin, los hechos nos muestran que estamos ante la “crónica de una muerte anunciada”. Así de simple, así de grave.


[i] El Fraude Electoral: Un atentado contra la voluntad popular. APDHB, 1979, La Paz.
[ii] Poco después del manifiesto de la FIDH, los acusados por esta, propinaron un ataque contra indígenas guaraníes y autoridades del Instituto Nacional de Reforma Agraria, quienes fueron golpeados, y varios de ellos -incluyendo dos periodistas- secuestrados y torturados; los documentos del saneamiento de tierras, las movilidades y equipo destruidos.
[iii] http://ministeriosdebolivia.blogspot.com/2015/08/ministerio-de-trabajo-recaudaciones-de.html
[iv] Más información: “Una misma moneda: democracia progresista y antiterrorismo imperialista” En Extractivismo: nuevos contextos de dominación y resistencias”, CEDIB, 2014. Pag. 49. http://www.cedib.org/wp-content/uploads/2015/03/Extractivismo-Resistencias.pdf