Pablo Villegas N., 16-01-2010
Bolivia es el segundo país más rico en gas de Latinoamérica.
Pese a ello, el desabastecimiento del mercado interno de hidrocarburos se ha
ido agravando y la provisión de energía por habitante es más baja aquí que en
el resto de América Latina. El país importa el 45 por ciento del diesel que
consume y este año comenzó a importar gas licuado de Argentina y gasolina de
Chile, de la cual se autoabastecía desde 1954. Las causas son básicamente dos.
Por una parte, la declinación de las reservas, debido a que no se invierte en
la búsqueda de nuevos yacimientos y, por otra, a que se prioriza la exportación
descuidando el mercado interno.